Esta nueva versión desprende el lujo del jazmín sambac imperial, una flor suave conocida por su exquisita calidad. Un matiz de tonka más sofisticado se envuelve en maderas cremosas y en el aroma sensual y aterciopelado del dulce de leche.
El símbolo icónico de la feminidad presenta ahora una imagen completamente nueva: se mantiene el zapato de tacón de aguja de good girl que define la alta costura, pero ahora da un giro hacia una nueva personalidad siempre seductora. El frasco evoluciona desde la base transparente hasta el cuello azul medianoche para simbolizar la transición del día a la noche, del bien al mal.
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